El Ayuntamiento de Murcia tendrá que pagar 39.000 euros a un vecino de la calle Santa Quiteria de Murcia, en pleno casco histórico, como "reparación del daño causado" y por la vulneración "de sus derechos fundamentales" debido a los ruidos del ocio nocturno en la citada vía y su entorno.
Así lo dictamina un reciente fallo judicial de la Sala 1 de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, que estima el recurso de apelación presentado por este ciudadano, revocando una sentencia anterior que desestimaba su demanda contra el Ayuntamiento por "inactividad" frente al ruido.
El vecino alegaba en su demanda que esta situación "vulnera los derechos a la integridad física y moral y a la intimidad personal y familiar, y a la inviolabilidad del domicilio"; en resumen, sus "derechos fundamentales". La sentencia recurrida fue dictada el 9 de septiembre de 2024 por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 5 de Murcia.
El fallo judicial fija la compensación en 13.000 euros anuales desde la primera queja, realizada en mayo de 2022.
En su fallo, la Sala del TSJ anula la sentencia de septiembre y declara "vulnerados los derechos fundamentales a la vida y a la integridad física y moral (artículo 15 CE), a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad domiciliaria (artículo 18 CE)" del recurrente. Considera que ha existido "daño moral por el menoscabo durante el periodo comprendido desde mayo de 2022".
La Sala condena al Ayuntamiento a la "completa reparación del daño causado y al pago anual de 13.000 euros" al recurrente "por cada año de sufrimiento" desde la primera queja y "hasta que se lleven a la práctica las medidas que de manera efectiva hagan desaparecer las molestias derivadas del exceso de ruido".
El vecino mostró su satisfacción por el fallo, aunque lo que realmente desea es que el problema de ruidos desaparezca. Explicó que antes de judicializar el asunto, llamó en múltiples ocasiones a la Policía Local y presentó quejas al Ayuntamiento. Cuenta con un informe médico que acredita un cuadro de "ansiedad, insomnio y estrés".
El tribunal considera "acreditadas las múltiples llamadas y escritos del vecino a la administración competente" y afirma que la situación se venía produciendo "de forma continuada". No obstante, la sentencia es recurrible ante el Tribunal Supremo.
El Ayuntamiento anunció que presentará un recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo. Alegan que el ruido no proviene de un local en concreto, sino "de la gente que hay en la calle, hablando o gritando", y que se ha reforzado la presencia policial en la zona para disuadir a los clientes de los locales.
También recuerdan que están controlando que los bares situados en calles de menos de siete metros de anchura —como la de Santa Quiteria— no emitan música a partir de la medianoche.
Santa Quiteria es una calle estrecha que tiene una de las mayores concentraciones de bares del casco histórico (cinco bares más otros en calles adyacentes). Además del ruido que generan los bares, los vecinos deben soportar las voces de los clientes en la vía pública.
No Más Ruido critica la inacción municipal
La Asociación No Más Ruido de Murcia ha anunciado que prepara nuevas acciones judiciales por el "incumplimiento de autoridades y funcionarios municipales ante el grave problema de ruido que presenta nuestra ciudad", especialmente en las tres áreas residenciales declaradas Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE).
Pedro Pérez Piernas, presidente de la asociación, celebró la sentencia del TSJ y recordó que el Mapa de Ruido de Ocio ya constató hace más de siete años la superación de los límites acústicos en esas zonas, sin que se adoptaran medidas efectivas.
Entre las medidas obligatorias que no se han cumplido, según Pérez, destacan:
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No incrementar el número de mesas de terraza, "aunque se han incrementado y mucho".
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No autorizar nuevos bares con música ni discotecas, aunque "se han autorizado por vía subrepticia activando licencias caducadas".
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La instalación de medidores acústicos, "se ha instalado uno por zona y no funcionan correctamente".
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La creación de una Policía de Ocio, "tampoco se ha hecho, pese a anunciarse".
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Campañas de concienciación, "solo una en siete años".
El presidente de No Más Ruido lamentó que este vecino y su familia "padezcan una situación de ruido generada por la proliferación de establecimientos de hostelería y la gran cantidad de personas en la calle con ánimo festivo". Añadió que esta situación ya estaba documentada por el Ayuntamiento desde 2017, cuando se aprobó el Mapa de Ruido de Ocio del Municipio.
FUENTE: La Verdad.
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